Especialidad médica dedicada al cuidado integral de las personas mayores, enfocándose en la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las enfermedades propias del envejecimiento. Teniendo en cuenta no solo los aspectos médicos, sino también los psicológicos, sociales y funcionales.
Con el aumento de la esperanza de vida de la población, la importancia de la geriatría en el sistema de salud actual es cada vez más relevante para garantizar una mejor calidad de vida en la edad avanzada.
Incluye una sesión individual y personalizada de 45 minutos que contempla evaluación y tratamiento de cada paciente. Consulta particular.
¿Cúando consultar a un geriatra?: Se recomienda acudir cuando se presentan problemas de salud recurrentes, cambios repentinos en el estado de ánimo o comportamiento, dificultades en la movilidad o en la realización de las actividades diarias, polifarmacia (consumo de múltiples medicamentos) o cuando se requiere una evaluación integral del estado de salud de un adulto mayor. Los geriatras son expertos en el cuidado de las personas mayores y están capacitados para ofrecer un enfoque personalizado que aborde tanto los aspectos médicos como los psicosociales de manera integral.
Principales motivos de consulta en geriatría Problemas de memoria o cognitivos, fragilidad, caídas frecuentes, incontinencia urinaria, pérdida de peso involuntaria, desnutrición, depresión, ansiedad, soledad o aislamiento social, dolor crónico, problemas de sueño, polifarmacia y deterioro funcional pueden indicar la presencia de condiciones médicas que requieren atención especializada por parte de una geriatra.
¿Qué tipo de pacientes necesitan de un geriatra? Mayores de 65 años sanos: De forma preventiva para lograr un envejecimiento activo y exitoso. Mayores de 65 años con más de tres enfermedades crónicas: Aquellos que habitualmente ingieren más de 5 fármacos diferentes durante el día. Pacientes mayores de 80 años, con o sin patología crónica: Estos pacientes presentan disminución de sus capacidades fisiológicas por lo que están más expuestos a enfermedades.Pacientes que presentan enfermedades propias del envejecimiento, como: demencia, incontinencia urinaria, alteraciones de la marcha y osteoporosis, entre otras.